Desde 1989 el marxismo, no sólo como proyecto político, sino como método de análisis entró en descrédito. Sus mayores beneficiaros los trabajadores de la industria europea y las clases medias, que juntos habían construido el Estado del Bienestar, se enfrentaron a la desorientación y el divorcio político. Esto hizo que los partidos socialdemócratas perdieran las sólidas bases que los habían sostenido en las décadas anteriores e iniciásemos en toda la izquierda un período de desorientación que llega hasta nuestros días.
Sin embargo, como había anunciado Marx, el capital (empresas multinacionales) iniciaron un camino hacia delante que suponía su internacionalización y concentración. Éstas dejaron de jugar en el tapete del Estado - nación y pasaron a hacerlo en un tablero internacional, se sentían más seguras que nunca y dejaron de lado las tradicionales regulaciones del Estado. Pero como ya dijera Hobsbawm y otros neomarxista el capitalismo necesita defenderse de sí mismo, de nuevo la búsqueda de un enriquecimiento rápido y a cualquier precio desencadenó una crisis reguladora. El "Capital" que no entiende de principios, aún cuando los exige al resto, decidió de nuevo llamar al Estado para que lo salvase, aunque sólo coyunturalmente. A partir de ahí los déficit públicos se disparan por los rescates bancarios, subsidios de desempleo e inversión en infraestructuras... parecía que era de nuevo el triunfo de la política sobre al economía, pero pronto hemos comprobado que la correlación de fuerzas sigue donde estaba, que el capitalismo financiero es un animal herido, pero con suficiente fuerza para arrollar a los Estados que se pongan por delante... y que de nuevo, para recuperarse exigirá sacrificios a las clases asalariadas y a una clase media que se siente de los suyos, pero que acabará con los de abajo si sigue abrazando al oso. En fin la pregunta que se me planteo es: habrá que esperar a otra crisis, todavía más fuerte, para iniciar el salvamento de un Capital que sigue devorándose a sí mismo o, al contrario, seremos lo suficientemente inteligentes como para reforzar alianzas políticas y sociales que restituyan el equilibrio perdido.
Sin embargo, como había anunciado Marx, el capital (empresas multinacionales) iniciaron un camino hacia delante que suponía su internacionalización y concentración. Éstas dejaron de jugar en el tapete del Estado - nación y pasaron a hacerlo en un tablero internacional, se sentían más seguras que nunca y dejaron de lado las tradicionales regulaciones del Estado. Pero como ya dijera Hobsbawm y otros neomarxista el capitalismo necesita defenderse de sí mismo, de nuevo la búsqueda de un enriquecimiento rápido y a cualquier precio desencadenó una crisis reguladora. El "Capital" que no entiende de principios, aún cuando los exige al resto, decidió de nuevo llamar al Estado para que lo salvase, aunque sólo coyunturalmente. A partir de ahí los déficit públicos se disparan por los rescates bancarios, subsidios de desempleo e inversión en infraestructuras... parecía que era de nuevo el triunfo de la política sobre al economía, pero pronto hemos comprobado que la correlación de fuerzas sigue donde estaba, que el capitalismo financiero es un animal herido, pero con suficiente fuerza para arrollar a los Estados que se pongan por delante... y que de nuevo, para recuperarse exigirá sacrificios a las clases asalariadas y a una clase media que se siente de los suyos, pero que acabará con los de abajo si sigue abrazando al oso. En fin la pregunta que se me planteo es: habrá que esperar a otra crisis, todavía más fuerte, para iniciar el salvamento de un Capital que sigue devorándose a sí mismo o, al contrario, seremos lo suficientemente inteligentes como para reforzar alianzas políticas y sociales que restituyan el equilibrio perdido.
me siento muy halagado de poder empezar tu blog, y lo voy a instalar inmediatamente en mis favoritos, Heli.
ResponderEliminarUna duda, tú crees que el proceso de acumulación masiva e internacionalización del capital tiene como traumático final el desplome capitalista, por la falta de competencia? Es posible salvar el sistema con un estado losuficientemente fuerte como para salvaguardar al mercado de sus propias sombras, respetando lo bueno del mismo mercado?
Un saludo desbarrador...
hola heli, para mi es un verdadero placer poder leer tu pensamiento, y aqui, me das la oportunidad.
ResponderEliminarEspero que mis comentarios estén a la altura de tus escritos.
Tristemente pienso, que el objetivo es volver 3 años atrás donde parecía que españa iba a ser un gran pais y donde tener una vivienda no era un derecho constitucional sino un motivo para invertir, donde se hablaba de calidad de vida porque te podias comprar un coche mas grande y porque podias viajar un poco más lejos...
muchas gracias
nuria
Es que si nu fuera posible habría que inventarlo. Está claro que el Estado no puede gestionar la intermediación bancaria, el pequeño y mediano comercio o las grandes empresas de mercados competitivos e información transparente entre usuario y consumidor. No existe otro modelo de gestión de recursos que se haya mostrado en la historia, por el momento, tan eficez como el mercado en la asignación de precios, es decir, del valor de las cosas. Pero el sistema empresarial también estrangular la libertad de mercado, su objetivo no es el precio justo que diría Smith, sino la maximización de beneficios cortoplacistas y ésto también arruinaría a los consumidores, que en su mayoría, no lo olvidemos son trabajadores. En resumen, los mercados deben ser libre, pero la libertad debe estar asegurada y regulada por el supervisor y éste debe ser el Estado, ya que tampoco existe otro modelo de organización social con mayor neutralizadad que las instituciones estatales, por lo menos, hasta ahora. Por otro lado, para que los mercados sean eficaces también debe de haber cohesión social, los agentes económicos deben ser múltiples y no sólo unos pocos y para eso se creó el Estado del Bienestar y funcionó bién,con sus fallos, como todo proceso humano, pero eso no lo invalida, sino tenemos una alternativa mejor (que no perfecta, porque no existen). Pero en todo caso lo que nunca se puede hacer es darle la vuelta a la redistribución fiscal, es decir, instrumentalizar el Estado para que cubra las pérdidas de las grandes fortunas y recapitalizarsa con los escasos ingresos de las clases medias y bajas... esto no tiene ninguna lógica económica, es tomar lo peor del liberalismo para las clases bajas y los peor del estatismo para las clases altas.
ResponderEliminarP. D: Keynnes dijo: poned cinco millones de trabajadores a cavar una zanja y lugoe que la tapen, pero en ningún caso dijo: hundid el sistema financiero global y luego devolvedselo saneado a aquellos que lo hundieron para que lo vuelvan a hacer. Se supone que los altos ingresos están justificados por la eficiencia en la gestión.
Hola Helichu!
ResponderEliminarComo presidenta del universo tengo q decir que me resulta muy complejo debatir estos temas sin mis asesores.
Como simple española sin oficio ni beneficio, tb me resulta harto complicado seguir tus debates sin una copa de vino y una copiosa y riquísima cena, pero esperando no defraudaros o cuanto menos entreteneros, lo intentaré.
Cuando he acabado de leer vuestras reflexiones, le he preguntado al Joan: - ¿Que entiendes por estado?. (respuesta)- Es una supraestructura configurada por los tres grandes poderes: ejecutivo, judicial y legislativo, sobre el que apenas tenemos capacidad de decisión. Yo algo más populista y con tendencias claras a acaparar protagonismo, considero que el estado tb lo configuramos todos, como individuos y como sociedad. Y considero que el problema parte en el mismo momento en que nos importa una mierda el colectivo y centramos todas nuestras energías en mirarnos el ombligo.
Los individuos que configuran poder ejecutivo:
-Dicen que hay q liberalizar el mercado, creando paradojicamente grandes monopilos en sectores tan importantes como la energía, o las telecomunicaciones.
-Se suben al carro de la especulación, y deciden hacerse primos-hermanos de las constructuras y demás poderes fácticos.
-Les encanta alardear de su situación privilegiada haciendo tratos de favor, que evidentemente se cobran...
Los individuos que configuran el poder judicial:
-Ni ellos se creen que son independientes!Estan obsoletos, y marchan a ritmo de tortuga. Y sino ¿Q pasa con el Tribunal Costitucional, que no comple la Constitución? (influencia catalana), o que me expliquen que pasa con Garzón, que siempre que intenta hacer conciencia histórica, le paran los pies (y eso que personalmente me cae gordo).
-Poder legislativo: que decir de ese grupo de energúmenos que se comportan como unos crios adolescentes que se creen que pueden decir y hacer lo que les da la gana sin asumir las consecuencias...Siempre enfrentados hasta el ridículo...y cansinos, muy cansinos.
-La sociedad compuesta por individuos que no saben de donde les cayó esta crisis, pero que hasta la fecha han participado en el modelo de sociedad acaparadora, egoista y frenética que se retroalimenta y que nos conduce a una crisis mucho más gorda que la económica, ya que insertos en una sociedad entregada al entretenimiento, al dinero rápido y fácil, nos encaminamos a ser una sociedad no productiva, no competitiva, que se queda atrás.
En definitiva, Que esta muy bien contar con un estado regulador, un estado del bienestar que equilibre los grandes poderes, que ponga algo de cordura en esta tendencia globalizadora que se escapa de lo humano...pero Helí ¿Quién cree ya en el estado?. Se soporta, encuanto que no concemos un modelo mejor de gestión, pero quién apuesta de verdad por él?.
P.D. Nunca me había considerado una persona negativa...pero ya no se que opinar.
Me encanta que participes de este debate sobre el Estado, qué interesante volver a poder disfrutar de tus opiniones aunque sea virtualmente. Aún espero, con impaciencia, tus comentarios al resto de artículos.
ResponderEliminarPero voy a responder a tú ataque al Estado.
En primer lugar, la mayoría de las críticas que has realizados a los diferentes poderes del Estado son actuaciones de individuos, que tiene que ver con un funcionamiento erróneo del modelo, que llamamos corrupción. Yo creo que hay que diferenciar cuando el modelo en sí no funciona, frente a un modelo que teóricamente es correcto, pero su aplicación es disfuncional debido a la actuación de los individuos.
Personalmente creo que el Estado: son una serie de normas abstractas que nos hemos dotado para permitir la convivencia de los individuos en sociedad, es decir, para no caer en el arbitrio del más fuerte. Esto es al margen de su concreción histórica, que en nuestro país sería la democracia liberal que implica la separación de poderes, que tú aludes, y la participación del individuo a través del voto. Este modelo es tanto Estado como lo és la Rusia comunista, el Imperio Romano, la Castilla fuedal,etc.
En resumen, apoyar al Estado supone abogar por un modelo de reglas abstractas que todos asumamos o que tenga cierto nivel punitivo para aquellos que lo incumplan. Yo no creo en la bondad de la gente, ni en la responsabilidad empresarial, etc. que ya hemos visto a donde nos ha llevado. Hace falta medidas de control, reglas de juego, transparencia en las reglas de juegos, etc. que permita cierta justicia y convivencia social. A partir de aquí ya discutiremos sobre cómo lograrlo.
no le toques al Helí el estado que se pone maaaaalo!!!!
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