El título del artículo se lo he tomado prestado a uno de los mejores economistas que he conocido, David Anisi, profesor de la Universidad de Salamanca. Su tesis central es que la crisis de los 70 fue generada por el "Capital" en el momento de la historia en que los trabajadores habían conseguido su máxima participación en las rentas globales de un país, superiores al 50%. El instrumento elegido fue desvincular a los Estados de la responsabilidad en el pleno empleo. Desde entonces una "saludable" tasa de desempleo y períodicas crisis espolean con suficiente fuerza a la "perezosa" clase trabajadora, para que ésta siga renunciando a una porción más de su reparto en la tarta que sería la economía.
Tal vez, como alguna vez se le ha acusado, sea ésta una tesis excesivamente "conspiradora". Es difícil creer que la economía mundial esté regida por un grupo de financieros que, parodiando la figura de Montgomery Barns, se reúnen períodicamente en tenebrosos castillos para regocijarse en sus malas acciones.Personalemte creo que se equivoca al considerar que las crisis están planificadas, no creo que dicha caterva sean tan eficaces en su gestión, a las pruebas me remito. Pero sí es cierto que la agenda política, cada día que pasa, parece más capturada por los intereses de ciertos agentes económicos y no de su conjunto. Si no son responsables de unas crisis que los descapitalizan, si lo son de unas salidas donde el resto de los agentes económicos: familias y Estado, se pone a su servicio para solventar las deudas originadas por su gestión.
Un dato: El País titulaba hoy un artículo: las rentas salariales caen el triple que las empresariales en el peor año de la crisis. Éstas se han situado en su mínimo hisórico desde que en 1980 se construye esta serie.
Un apunte histórico: el error de la salida de la crisis de 1973, que hizo que se extendiera hasta mediados de los ochenta, fue considerar que estábamos en los años 30 y, cuando ya no era necesario, ni posible, buscar en el gasto público su tradicional vía de salvación. Ahora estamos cometiendo el mismo error, buscando salidas como en los ochenta. Ésta no es una crisis del Estado, sino del modelo de gestión privada, recapitalizando los mecanismo que nos han llevado a la bancarrota, sólo volveremos a ella más delgados.
¿Una solución? El problema de fondo es que las rentas del Capital ya no pueden seguir creciendo más a costa de los exiguos ingresos de la clase trabajadora, donde el 60% trabaja por 1000 euros al mes y el 33% tiene empleos precarios. El problema de la dualidad del mercado laboral no se soluciona haciendo a todos los trabajadores precarios y con bajos salarios, eliminando el horizonte de una alternativa a sus "precarias" vidas. Deberíamos poder regular las finanzas globales y conseguir que éstas inicien un derrame de sus extraordinarios beneficios sobre el conjunto de la sociedad, al menos cuando los tienen...