jueves, 21 de mayo de 2015

LA VENGANZA CONTRA LA PREPOTENCIA











El título del artículo es toda una declaración de intenciones que recojo de una reflexión que hace sobre las elecciones del domingo Emilio Lledó. La democracia introducida en el siglo VI a. C. por Clístenes en Grecia se basa en el principio de isonomía, es decir, que tiene en la igualdad de todos los ciudadanos su valor esencial, frente a la aristocracia que defiende como virtud la herencia familiar o la timocracia que defiende la riqueza. La pregunta, por tanto, que nos tendríamos que hacer antes de votar el domingo es: ¿para qué somos iguales? Para mí la respuesta es que somos iguales para crear un nuevo escenario que dé lugar a nuevas posibilidades en los municipios y comunidades autónomas en los próximos cuatro años. En las anteriores votamos un escenario que ha permitido la corrupción y el incremento de la desigualdad, una redistribución de la renta a favor de las clases más pudientes, el deterioro de servicios públicos fundamentales como la educación y la sanidad, etc. Pero lo peor de todo es que el inmovilismo del voto y de nuestra clase política, ha permitido que se empoderen aquellos que deberían estar avergonzados con la España que sale de la crisis económica; lo digo porque el mayor problema de nuestra sociedad y democracia es que nadie asume responsabilidad por lo que sucede a su alrededor.
La UE, la Troika, los mercados internacionales se han convertido en la coartada perfecta de la irresponsabilidad, por lo tanto, el sistema se perpetúa en sus vicios hasta que otra crisis lo ponga en evidencia. Tenemos, por tanto, la posibilidad el domingo de hacer justicia con el pasado y virtud con el futuro. La corrupción no puede ser el ámbito habitual en el que se desenvuelva nuestra clase política, ni los recortes en servicios públicos y la devaluación salarial los instrumentos con que sigamos construyendo nuestro futuro económico. Por tanto, reflexionemos con los datos que hemos recogido en la inmediata experiencia pasada y ordenemos nuestras ideas proyectando nuestras propias aspiraciones en un futuro diferente al presente. El resultado de esta ecuación el domingo tiene que ser la venganza contra aquellos prepotentes que mientras pudrían el sistema desde dentro nos hacían creer que éste era el único camino posible; demostrémosles el domingo que no es verdad.