http://postdigital.es/2016/02/24/podemos-rompe-negociaciones-con-el-psoe-por-su-pacto-con-politicas-economicas-proximas-a-las-de-la-fundacion-faes-p19976/
El resultado de las últimas
elecciones generales, como ha dicho Pedro Sánchez, imposibilita un gobierno
monocolor y exige una política de pactos o, según sus propias palabras, una
política de mestizaje político. Esto
es cierto, lo que no es tan cierto es que sea lo que en las últimas horas ha
presentado en el Congreso de los Diputados a sus votantes y al resto de los
españoles, un pacto entre Ciudadanos y el PSOE, donde el 80% del programa
pactado es el del partido naranja. Esto supondría, entre otras cosas, un
contrato único a la austríaca, en el que sólo tendrían derecho a indemnización
por despido los trabajadores que llevaran trabajando x años, es decir,
liberalizarían todavía más el mercado laboral y todo el mundo iniciaría su
carrera profesional, en España, sin apenas protección social. Por otro lado, también
se asumirían los 10.000 millones de euros de recorte que la troika nos impone.
Todo esto sin apenas ninguna contrapartida para la izquierda.
¿Por qué se produce esta rendición
de Pedro Sánchez respecto de unos presupuestos iniciales que suponían pactar
con UP y Podemos? Esta posición inicial era más lógica incluso desde el punto
de vista de la aritmética electoral, ya que UP y Podemos tienen 71 diputados,
31 más que los de Ciudadanos e, incluso, sus posiciones ideológicas podrían
permitir la incorporación de otros partidos políticos como los nacionalistas de
izquierdas, permitiendo, de este modo, la tan ansiada elección presidencial. El
problema es, por tanto, que en la lucha interna del PSOE se han impuesto los
barones que no quieren desmontar el régimen de 1978, que se sienten amenazados
por el discurso de UP y Podemos, y que, incluso, parte de ellos participa de
los consejos de administración de las empresas del IBEX 35. Estas también han
presionado para que Pedro Sánchez pacte con Ciudadanos y no con UP y Podemos. Pero no lo olvidemos, desde la crisis de 2007
esta es una realidad cada vez más alejada de la ciudadanía, aunque las
encuestas electorales, financiadas por las mismas empresas que han urdido parte
de esta trama, nos digan lo contrario.
Hola Heli... Me preguntaba estos días qué pensabas sobre el asunto y me alegra que hayas escrito...
ResponderEliminarLe estoy dando vueltas y vueltas a tu artículo, como sintiendo algo que me falla en su argumento, y creo encontrarlo. Quizás tu visión es excesivamente economicista; según tu explicación, lo que hace insalvable la negociación es el cambio de rumbo de la política económica imperante hasta la fecha, y ninguna otra cosa (al menos de lo que tienes escrito). Ciertamente, creo que el PSOE se siente más cómodo bajo políticas más o menos liberales que poniendo patas arriba la fiscalidad, los planes de austeridad o la reforma laboral y generando incomodidad en los mercados y en Europa. Hasta ahí, estoy de acuerdo. Pero deja que sea weberiano en el asunto, y vea más allá de la economía. Los carismas heridos, los ataques personales, los problemas propiamente políticos o identitarios y los débiles equilibrios políticos dentro de los mismos partidos (en el PP, la oposición a Rajoy, en el PSOE, la división en los pactos, en Podemos, el maximalismo de su propuesta y la dependencia de los nacionalismos periféricos...). Todos estos son aristas de un problema que como digo, creo que no se reduce únicamente a su vertiente económica, aunque evidentemente tenga gran importancia.
Hola Ángel... creo que en tu apreciación tienes razón, faltan los elementos identitarios, el PSOE se está viendo desplazado como representante de la izquierda en España y eso para muchos de sus dirigentes que hasta el momento no veían peligrar su posición está siendo muy doloroso. Pero, de todas formas. Tanto en el plano económico, como en el identitario o aceptan el cambio o les pasa como a los dinosaurios que... se sitúan al borde de la extinción.
ResponderEliminarBuen artículo. Muy interesante.
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